Historias-que-inspiran

POR JOHN SANTIVAÑEZ HUATUCO

26/12/2019
​EL PROFESOR LEONARDO​

Leonardo Paucar Casas, es ingeniero electricista egresado de la Universidad Nacional del Centro del Perú y hoy es profesor principal en la Universidad Federal del Marañón en Brasil. Su historia nos brindará una perspectiva profesional distinta para que muchos jóvenes universitarios lo podamos tomar en cuenta.

No podemos hablar de una persona sin hablar de sus orígenes. Jovita Casas Borja y Leonardo Paucar Capucho (sus padres) nacieron en Chongos Bajo un distrito ubicado al sudoeste de la ciudad de Huancayo. Ella fue modista y trabajó por varios años en la otrora casa de novios “Kukurelo” en Huancayo. Él, emigró a temprana edad hacia Lima; fue un esforzado trabajador que se desenvolvía en diversos oficios y, a su vez, futbolista destacado quien jugó por la selección del Colegio Guadalupe e incluso, brevemente, para el Club Alianza Lima de la época.

Vicente Leonardo Paucar Casas, nació en Lima y pasó su infancia en el populoso distrito de La Victoria y no por ello es menos huancaíno, ya que al cumplir los seis años de edad sus padres retornaron a la incontrastable para proseguir con sus proyectos. Fue educado, a nivel primaria, en el Colegio San Pio X y en secundaria se graduó en la promoción “Javier Heraud” del Colegio Salesiano “Santa Rosa” en 1975. En los anales de la memoria de Vicente Leonardo se hallan presentes la suma disciplina, el rigor académico, la puntualidad y la limpieza no solo en el colegio sino en la ciudad. Al respecto nos relata que, por aquel tiempo, había “carros regadores” y “carros barredores” con los cuales el centro de Huancayo siempre relucía ante los visitantes.

Hacia 1976, Leonardo Paucar, ingresa a la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) con el sueño de ser parte de aquella carrera espacial que en 1969 llevó al hombre por primera vez a la Luna. Era un joven encantado por la física y la tecnología. “Yo hubiera postulado a Física Nuclear, Astronomía o algo parecido; sin embargo, no había y opté por Ingeniería Eléctrica que era la carrera más reputada de la época en esta universidad”, nos cuenta. Le consultamos sobre algunos docentes que recordaba en su momento universitario y resaltó las cátedras de los ingenieros Zósimo Aliaga, Luis Galarza Dávila, Cristóbal Munguía, Ovidio Ascencio Castro, Mario Torres, Teófilo Palián; entre otros más, que le dieron ejemplo y motivación por superar la gran valla que ostentaban estos maestros.

Al transcurrir los años universitarios, a fines de los setenta e inicio de los ochenta, se registraron varias huelgas en la UNCP y en otras universidades nacionales que, aparte de retrasar su graduación, llenaron las aulas de proselitismo político y ciernes ideológicos subversivos que, poco a poco, fueron hostilizándose hasta terminar en aquella lucha armada que ya todos conocemos. Pese a ello, los vientos estuvieron a favor y se tituló para el año 1982 con la firme convicción de iniciar un proyecto de una vida dedicada a la investigación.

Al terminar, no hizo una vida convencional. Primero, junto con algunos colegas fundó “APPU” una de las pioneras academias de la región. Paralelamente inició una empresa consultora que elaboraban proyectos eléctricos de distribución de energía eléctrica a nivel regional. Y como si fuera poco, fue invitado como jefe de prácticas en su alma máter. Desde ese momento no paró en ascenso hasta convertirse a los 25 años en un profesor nombrado y solícito que se había ganado el reconocimiento de sus alumnos.

Parecía todo sencillo para el talentoso ingeniero Paucar; sin embargo, el siguiente paso fue el más difícil. La meta para el apasionado ingeniero electricista, razonablemente, era su crecimiento académico. El deseaba su maestría y luego su doctorado. No obstante, la coyuntura a nivel laboral y luego a nivel empresarial, le pusieron muchos obstáculos. Aun así, pudo viajar a realizar su maestría en la Pontificia Universidad Católica de Chile cuya destacada participación le valió para ser llamado como consultor internacional en el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP). Es preciso resaltar estos logros de Leonardo Paucar Casas como egresado de la UNCP que, para los años ochenta y noventa, lo ubicaron históricamente como el primer magíster en Ingeniería Eléctrica de esta casa de estudios.

La senda del éxito estaba trazada y lo que devino fue una serie de metas superadas a distinto nivel: De la UNCP, pasó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y en un breve tiempo fue delegado, por ésta universidad, hacia la Universidad Federal del Marañón de Brasil (UFMA) para trabajar colaborativamente con ellos.

Vicente Leonardo Paucar recuerda con mucho cariño su paso por la UNI porque le sirvió para afianzar su vocación docente. Después de un concurso de plazas para ingresar, tuvo que ir de menos a más: primero como profesor auxiliar, luego como profesor asociado y finalmente como profesor principal, que es el grado más alto de los catedráticos Esta universidad le permitió realizar su doctorado en ingeniería eléctrica en la prestigiosa Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) en Brasil. Posteriormente, aceptó una invitación de la UFMA para participar como profesor visitante y después de un arduo trabajo y cesando voluntariamente en la UNI, el Dr. Vicente Leonardo Paucar Casas llegó a ser el profesor principal (Professor Titular) del departamento de Ingeniería Eléctrica de esta universidad hasta la fecha, dedicándose a distintas ramas de la investigación dentro y fuera de la universidad.

Con más de 37 años de carrera docente, diversos proyectos de investigación y más de un centenar de publicaciones científicas, podríamos seguir enumerando las distintas credenciales de Leonardo Paucar; sin embargo, él prefiere resaltar y dejar un mensaje de transformación para los docentes y alumnos con el cual nos llama a producir nuevos conocimientos en lugar de sólo aprenderlos. Le preocupa que, en la mayoría de los sistemas universitarios, el ejercicio de la docencia universitaria requiere el grado más alto de formación (doctorado) y en nuestro país en muchos casos no es necesario y esto es grave. El catedrático debe trascender de ingeniero a profesor que es el título más preciado en muchos países. Incentivemos e invirtamos en investigación.

Estimado lector, sin dudarlo esta es una historia que aún no acaba, pero que nos hace reflexionar sobre la superación constante, la perseverancia y los sueños posibles. Tenemos la seguridad que, en la experiencia de vida de Vicente Leonardo Paucar Casas, hallaremos la estimulación necesaria para las nuevas promesas de la UNCP.

 

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